El gafe del héroe Ramos

Sergio Ramos pasó en 24 horas de aplaudir el estilo arbitral que se gasta en la Champions a no saber por qué el colegiado italiano no había acudido a la pantalla a revisar el empate del Manchester City. El capitán blanco reclamó una falta de Gabriel Jesús a la hora del remate en el 1-1. ¿Suficiente para anular el gol? Así lo reclamó todo el Bernabéu y también los jugadores del Madrid. «Seguro que Gabriel empujó un poco a Sergio, igual que yo a Mahrez en la primera parte», dijo Vinicius, confesando a la vez una falta propia. Una queja que no admitió Daniele Orsato, el árbitro convertido en protagonista en los últimos minutos.

Tras esa polémica acción, donde consideró que el delantero no había ejercido la fuerza suficiente en el desplazamiento, señaló en unos minutos un penalti claro de Carvajal y enseñó una roja precisamente a Ramos, que ni siquiera protestó la acción. El hombre que cambió la historia del Real Madrid en la Champions, con aquel cabezazo en Lisboa para salvar la Décima, enlaza dos años negros en la gran competición. No estará dentro de tres semanas en la vuelta de octavos, igual que le sucedió en la temporada pasada. Entonces recibió una sanción de dos partidos por reconocer, de forma sorprendente, que había buscado adrede una amarilla en la ida, en Amsterdam, para perderse la vuelta del Bernabéu y llegar limpio a unos cuartos de final que después nunca existieron para su equipo, al ser goleados por el Ajax en casa. Una de las imágenes de esa noche fue la de Ramos en el palco de jugadores mientras era grabado por las cámaras que rodaban por entonces su documental.

Ahora, el central tendrá que ver desde fuera cómo sus compañeros intentan la remontada en el Etihad Stadium. Sólo una vez en la historia dio la vuelta el Madrid a una eliminatoria tras perder el partido de la ida en casa (Tirol, 1970). La última vez que lo intentó, sin éxito, fue en el Camp Nou, en 2011, con José Mourinho en el banquillo. «Es una jugada clave. El árbitro me dijo que no había nada, que no era empujón», comentó después Zinedine Zidane sobre la jugada que más comentarios generó al finalizar el encuentro.

PENALTI Y ROJA LOCAL POR PRIMERA VEZ

Vinicius, un rato después, seguía encendido con el árbitro: «Todos estamos cabreados. Siempre vienen aquí y pitan contra nosotros». Este miércoles Orsato entró en la historia al ser el primero en pitar en el mismo partido en la Copa de Europa un penalti en contra y expulsar a un jugador del Madrid en el Bernabéu. Lo cierto es que el italiano venía con fama de ser el juez más anti casero de toda la Champions, con unos números llamativos: nueve victorias locales, tres empates y 18 victorias visitantes en los 30 partidos que ha dirigido. Quizá éste sea el último, si así lo considera la UEFA, ya que está en su última campaña en activo, como recordó el propio Guardiola en sala de prensa. «Si protestan, será por algo», respondió empático con los locales.

Curiosamente, en la previa del choque, Ramos había ensalzado el arbitraje de la Champions en comparación con el de la Liga. Lo decía el capitán blanco por el malestar del vestuario con Hernández Hernández, el colegiado de la derrota ante el Levante.

«Nos echamos atrás al final»

El Bernabéu se marchó triste, sin saber muy bien qué había pasado en los últimos minutos para sufrir semejante derrape. De victoria a derrota. Del siempre sabroso 1-0 en las eliminatorias europeas al terrible 1-2. Los blancos parecen haber perdido el embrujo en su torneo favorito, el que dominaron con puño de hierro hace no tanto. Ahora le tocará la machada en Manchester dentro de tres semanas, si quiere entrar en cuartos. Pero antes tiene otra misión vital en la Liga: no perder el domingo en el clásico. Si repite su semana trágica de la pasada temporada, estaría el próximo lunes -a primeros de marzo- casi arruinado en las dos grandes competiciones. Parecerían entonces misiones imposibles remontar en la vuelta el cruce descarrilado y recortar en la Liga los cinco puntos más el goal average que le metería el Barcelona en caso de nuevo asalto a Chamartín.

Zinedine Zidane debe reactivar a su equipo en las próximas horas tras el golpe de este miércoles, un pésimo resultado que obliga a revisar su planteamiento. Sin Kroos en el campo, el Madrid estuvo falto de fluidez. Y tampoco supo gestionar la ventaja en el tramo final, con el equipo demasiado expuesto a las cargas del City. Hasta Casemiro, con problemas durante toda la noche ante la presión de los ingleses, reconocía el bajón. «Han sido 75 minutos espectaculares, pero los últimos 15 nos echamos atrás». El brasileño compartía la opinión de su entrenador, a la hora de calificar con buena nota el encuentro antes de la remontada visitante. También intentaba ser optimista, a pesar del resultado. «La eliminatoria no está perdida porque si hay un equipo que puede remontar, ese es el Real Madrid», recordó, imitando el mensaje de Guardiola, sobre el peligro blanco en la vuelta.

Pero lo cierto es que el ambiente que flotaba en el Bernabéu era de fuerte decepción y cierto temor al clásico del domingo. Tras unos meses de crecimiento, el Madrid queda ahora expuesto a un duelo al sol con Messi en el clásico. «Es una oportunidad», recordaba Zidane a medianoche, necesitado de fuertes dosis de motivación para levantar a su alicaído vestuario. Debe conseguir que sus jugadores olviden las dos derrotas seguidas que llevan, sobre todo la de este miércoles, para intentar ganar al Barcelona y hacerse así con el liderato de la Liga. Hasta el empate sería un resultado válido, con muchas jornadas aún por delante. Cualquier cosa antes que otro batacazo en casa ante los azulgranas, por el desgarro que supondría en la clasificación.

«NOS FALTARON 10 MINUTOS DE CONCENTRACIÓN»

Llevaba toda la temporada el madridismo preguntándose si esta versión corajuda, escasa de gol pero esforzada en la defensa, sería suficiente para avanzar en la Champions. Durante más de una hora, se ilusionó el Bernabéu con ese 1-0 trabajado que Isco llevó al marcador, pero la reacción del City, con un súper talento como De Bruyne a los mandos, se llevó por delante al Madrid, deshecho atrás y enfadado por la gestión arbitral. «No se ha podido ganar. Hemos dado todo en el campo, nos han faltado 10 minutos más de concentración. Ha sido un partido físico e igualado y lo hemos pagado», analizaba Zidane, tras la noche más dura de su segunda etapa en el banquillo blanco. Su apuesta no salió bien.

El espeso tacticismo de la primera parte, con los dos equipos más pendientes de protegerse que de buscar las cosquillas del rival, saltó por los aires en el tramo final, donde las mejores piernas del City y su calidad ofensiva acabaron imponiéndose. El Real Madrid echó de menos ambas cosas, sin opciones de sentenciar a la contra después de ponerse 1-0. «Esto es fútbol. No lo podemos cambiar. Tenemos que sacar lo positivo, a pesar de lo que ha pasado en los 15 minutos finales. Estos errores los pagas, son parte del fútbol y ya está. Ahora sabemos lo que tenemos que hacer. Tenemos que ganar allí», pedía el técnico francés sin demasiada fe, aún con la tristeza clavada en el discurso.

Guardiola profana el Bernabéu y cita al Madrid con su historia

Si hubiera que escoger a alguien para citar al Madrid con su historia, pocos como Pep Guardiola, uno de los anticristos del madridismo. El catalán lo hizo después de rememorar uno de sus viejos pasos y grandes lecciones en el Bernabéu. Esta vez sin Messi, sin prejuicios, con mil caras. Todo lo hizo bien el entrenador del City, desde la elección de Gabriel Jesús para jugar sin un delantero centro clásico, como en aquel primigenio 2-6, al cambio de Sterling, el descabello final. Aciertos que se acumulaban frente a un Madrid aferrado a un delantero imberbe, Vinicius, y que ahora sólo puede agarrarse a su historia, aunque sin uno de sus mejores intérpretes, el expulsado Sergio Ramos. Toca jugar a las emociones. [Narración y estadísticas: 1-2]

El Madrid tuvo el arranque que se espera, el gol que no se espera y minutos para la esperanza. Tan insuficientes como insuficiente pareció la presión de las manos de Gabriel Jesús sobre Sergio Ramos en el tanto del empate, después de adelantarse Isco. De ese modo lo estimó el árbitro. A partir de ahí, el desastre para el Madrid en un partido muy poco blanco. La vuelta exige un ejercicio heroico.

Vinicius volvió a la viñeta, en un error ridículo en el área, es cierto, pero no había otro camino que el surcado por el brasileño para encontrar el tesoro, como sucedió con el gol del náufrago, obra de Isco. La realidad es, a su vez, la contradicción del Madrid, con su mayor inversión en la enfermería y en el ‘green’. A Hazard se le espera como al amante en el andén. Nunca se sabe. De Bale ya sólo se espera que tome el siguiente tren a un lugar por el que sienta lo que jamás ha sentido por el Bernabéu: respeto.

La elección de ZZ en el primer round de la semana de pasión que se adelanta en el Bernabéu dice mucho. Vinicius apareció en el campo, junto a Benzema, y Bale en el banco. Sólo al final tuvo minutos desesperados el galés. La misión de Vinicius era ofrecer desequilibrio. El problema es que se trataba del único desequilibrio, ya que sus compañeros no consiguieron ninguno pese al dominio con el que iniciaron el choque. Frente a un City más calculador de lo habitual, que no regaló los espacios y empezó posicionado para el contraataque, la coyuntura no era la más favorable para que el joven brasileño activara su velocidad. Encontró por su banda, además, al mejor de los defensas de Guardiola, Walker, rapidísimo en los repliegues. En la banda opuesta habría tenido más oportunidades frente al fallón Benjamin Mendy.

Zidane no se apartó más de su línea argumental, marcada por el dominio de los centrocampistas. La entrada de Valverde supuso el sacrificio de uno de los ases del póker. Si en el Camp Nou le tocó el turno a Modric, esta vez el ausente fue Kroos. El alemán había sido, sin embargo, uno de los futbolistas de mayor continuidad en la temporada, con un rendimiento mucho más alto que el de la anterior. No era difícil. El año pasado del Madrid fue como una visita al museo de los horrores.

Era interesante ver cómo este Madrid más combinativo iba a enfrentarse a quien más apología ha hecho del centrocampismo. Bueno, las revelaciones de Quique Setién y trabajar en la Premier de los sustos lo han relegado al segundo lugar. Guardiola respondió por sí solo a la pregunta. Empezó por el riesgo de dejarse dominar por el Madrid, que agotó buena parte de sus fuerzas en la presión, para pasar a tomar el control del balón en los estertores del primer tiempo. Hasta entonces, no tuvo pudor de sacar el balón en largo, cosas que eran sacrilegio cuando visitaba Chamartín al frente del Barcelona. Ahora es diferente. Es capaz de tener mil caras, como demostró en el Bernabéu. Acabó el primer acto del partido dos puntos por detrás de los madridistas en la posesión y cuando la consiguió, concedió al Madrid el espacio que no había tenido. La naturaleza hizo el resto con Vinicius e Isco como intérpretes de lo que el equipo blanco, sea con quien sea, hace como nadie. Corre y mata. Es ADN. Pero, hoy, no mata como antes.

AGÜERO, SIN MINUTOS

Guardiola había decidido prescindir de su mejor cañón, Agüero. En su lugar, optó por Gabriel Jesús. Acertó. Probablemente fue porque, además, quería la presión sobre la salida de balón del Madrid, ofrecida por el brasileño, junto a Bernardo Silva, un estajanovista, y De Bruyne, el Van Gogh del City. Cada mirada suya con la pelota en los pies augura temblores. De la asociación con Gabriel Jesús llegaron las mejores ocasiones visitantes. Courtois paró la primera, a quemarropa. Mahrez tampoco acertó, después, y Casemiro sacó un balón con veneno cuando el Madrid pedía el descanso. La reanudación no cambió el decorado, lo contrario, con un mano a mano de Mahrez que Courtois sacó porque cuando abre sus brazos es un cóndor. El portero era el seguro blanco.

La resistencia del Madrid le permitió una ocasión, porque le concedió espacios a la contra, pero el City ya había catado las buenas sensaciones en el Bernabéu. Pasados los minutos de la euforia del gol, en los que los hombres de ZZ aprovecharon el viento de cola, el partido volvió donde estaba y acabó de la peor forma posible para el Madrid. Gabriel Jesús encontró finalmente la red y Carvajal cometió penalti sobre Sterling. De Bruyne no falló, pero sí lo hicieron Casemiro y Varane para dejar al capitán a la intemperie y evitar lo peor a costa de la expulsión y su baja en la vuelta. Sólo le queda la historia.

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Gabi: Liverpool thought they were coming to play Puerta Bonita

Former Atletico Madrid captain Gabi Fernandez has revealed his annoyance at how Liverpool approached their Champions League last-16 tie against his old side.

The 36-year-old gave his view on the game, stating that Jurgen Klopp’s side underestimated Los Rojiblancos.

«It was a great result,» Gabi told Cadena Ser.

«I had goosebumps watching the bus arrive at the stadium with that support.

«I think Liverpool thought they were coming to play Puerta Bonita [a team in the Tercera Division], with respect to them.

«They underestimated Atletico, and that annoyed me a lot.»

Gabi, who now plays for Al Sadd in Qatar under Xavi Hernandez, went on to talk about a now-deleted social media video that Atletico defender Sime Vrsaljko posted after the match, as well as criticism of El Cholo’s team.

«I don’t think there was much in the video,» Gabi said.

«They’d just beaten Liverpool – what better reason to celebrate.

«Simeone deserves more credit.

«He’s improved his players and they are fighting for trophies.

«The bad luck was that he lost a lot of experienced players all at once, like myself, Diego Godin and Raul Garcia.

«He’ll decide when he moves on.»

Gabi’s next steps in football have also been under speculation, and he gave an insight into how he sees his future.

«I could see myself helping Simeone, but I’m not sure now is the right time,» he stated.

«If the moment comes, I’d do the best I could for Atleti – it wouldn’t be about me.

«And I’m sure I’d learn a huge amount from Cholo.

«It would be a masterclass and I would have to think carefully if the opportunity did arise.

«All being well though, my plan is to retire with Al Sadd.»

He also gave his opinion on Barcelona’s approach to Xavi, before Quique Setien tooks the managerial reins at the Camp Nou.

«He told us Barcelona had come in for him but that he was going to stay with us,» Gabi revealed.

«It was all a bit of a circus, and it didn’t reflect well on Barcelona as a club.»

Wolves trash Espanyol’s Europa League dreams with first leg hammering

Espanyol have found themselves practically out of the Europa League with a second leg still left to play after Wolves beat them 4-0 at Molineux in the first leg on Thursday night.

Abelardo Fernandez was without key figures such as Marc Roca and Raul de Tomas but they competed well in the first half, Diogo Jota’s strike from a Raul Jimenez assist being the only difference between the teams at the break.

In a heated affair, Joao Moutinho and Ander Iturraspe squared up shortly before the break but neither man was dismissed.

Early on in the second half, Nuno Esprito Santo’s side took control, Ruben Neves’ fine finish doubling the home team’s lead with more than half an hour left on the clock.

Jota secured a brace only 15 minutes later, getting on the end of Matt Doherty’s cross to almost put the tie to bed.

He would seal a hat-trick late on as Moutinho turned provdier, setting up the Portuguese forward to take matters from bad to worse for Espanyol.

In LaLiga Santander, the Pericos remain rooted to the bottom of the table and now face elimination from Europe in a grim season for the Catalans.

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